Para saber bien como era la vida sin electricidad les he preguntado a varias personas que vivieron muchos años sin electricidad.
Me contaron que en todas las casas siempre se iluminaban con velas pero otras tenían en sus hogares una capochina o un quinqué que son dos instrumentos en los que, con petróleo y una mecha de tela podían alumbrar una habitación entera. Por las noches al no haber iluminación en las calles, si querían ir a algún lugar tenían que salir con antorchas o farolillos, pero como eran pocas las veces que la gente tenía que salir por la noche en cuanto anochecía todo el mundo se iba a dormir.
No tenían ninguno de los electrodomésticos que tenemos hoy en día. A la hora de cocinar no tenían placas electrónicas ni microondas, así que, cocinaban en unos fogones muy sencillos, hechos con: dos bloques, leña al centro y el caldero por encima. No poseían lavadoras por lo que a la hora de lavar la ropa la gente tenia que ir a las atarjeas o a los chorros públicos. Tampoco había electrodomésticos para mantener la comida, no tenían neveras por lo que la mayoría de las carnes la salaban para poder mantenerlas. Y las comidas que guardaban de un día para otro las metían en calderos con agua para que no se les echara a perder. Otra dificultad que tenia la gente era poder informarse de las noticias ya que en esa época no había televisión ni Internet aunque algunas familias tenían una radio de pilas. Los que no tenían esas cosas, si querían informarse acudían a la plaza del pueblo, y hablando con la gente se informaban de lo que hubiera pasado. La gente que vivía cerca se encontraba todos los días, pero los que vivían lejos no podían saber como estaban porque no tenían teléfonos, así que tenían que informarse de todo en las bodas o en los funerales que eran donde todo el mundo se encontraba.
Al carecer de televisión, consolas y ordenadores los niños pasaban el tiempo jugando a otros tipos de juegos. Y eso cuando podían ya que antiguamente, al carecer de todos estos avances se ayudaba más en casa y en el trabajo familiar.
Jonay Barroso Hernández. 2º ESO A