Hoy, mientras las firmas internacionales de la moda y las grandes cadenas de distribución seducen a su clientela con la actualización constante de sus diseños y con los precios de sus productos, obreras de China, Marruecos, Bangladesh, Honduras o Rumanía viven rodeadas de prendas que confeccionan durante más de 12 horas diarias a cambio de salarios que apenas cubren las necesidades básicas.
La publicación ‘Moda: industria y derechos laborales. Guía para un consumo crítico de ropa‘ repasa las últimas investigaciones realizadas por la Campaña Ropa Limpia internacional y las organizaciones que colaboran para documentar la realidad de las cadenas de suministro de las grandes empresas presentes en diferentes países. En Marruecos, las trabajadoras realizan jornadas de hasta 14 horas diarias por salarios que pueden ser inferiores a los 100 euros mensuales y que casi nunca superan los 200 euros mensuales. Además, en Bangladesh, los salarios en el sector se sitúan entre los 20 y los 35 euros mensuales y los incendios y hundimientos de fábricas han matado a cientos de personas en los últimos cinco años.
En este caso se investigan doce compañías como Inditex, Adolfo Domínguez, Benetton o H&M, se analiza la evolución de los compromisos de cuatro de las más importantes empresas de ropa deportiva, y se presentan las contradicciones entre los compromisos y las políticas reales de las grandes cadenas minoristas Carrefour, Lidl y Aldi.
Para aproximar a las personas consumidoras en la cotidianidad de las obreras se han incluido cuatro relatos cortos basados en las experiencias reales de la Ching Lan, la Taew, la Nawar y la Lupita, vividas dentro y fuera de las fábricas donde trabajan.
El cortometraje ‘38’, realizado por la asociación ‘Interferències’, se trata de una animación en stop motion que juega con el significado que tiene el número ‘38’. Aproximadamente, es el salario mensual (en euros) de una trabajadora de la confección en Bangladesh y es la talla máxima para ‘disfrutar’ de los productos de las grandes firmas de moda.
La publicación ‘Moda: industria y derechos laborales. Guía para un consumo crítico de ropa‘ repasa las últimas investigaciones realizadas por la Campaña Ropa Limpia internacional y las organizaciones que colaboran para documentar la realidad de las cadenas de suministro de las grandes empresas presentes en diferentes países. En Marruecos, las trabajadoras realizan jornadas de hasta 14 horas diarias por salarios que pueden ser inferiores a los 100 euros mensuales y que casi nunca superan los 200 euros mensuales. Además, en Bangladesh, los salarios en el sector se sitúan entre los 20 y los 35 euros mensuales y los incendios y hundimientos de fábricas han matado a cientos de personas en los últimos cinco años.
En este caso se investigan doce compañías como Inditex, Adolfo Domínguez, Benetton o H&M, se analiza la evolución de los compromisos de cuatro de las más importantes empresas de ropa deportiva, y se presentan las contradicciones entre los compromisos y las políticas reales de las grandes cadenas minoristas Carrefour, Lidl y Aldi.
Para aproximar a las personas consumidoras en la cotidianidad de las obreras se han incluido cuatro relatos cortos basados en las experiencias reales de la Ching Lan, la Taew, la Nawar y la Lupita, vividas dentro y fuera de las fábricas donde trabajan.
El cortometraje ‘38’, realizado por la asociación ‘Interferències’, se trata de una animación en stop motion que juega con el significado que tiene el número ‘38’. Aproximadamente, es el salario mensual (en euros) de una trabajadora de la confección en Bangladesh y es la talla máxima para ‘disfrutar’ de los productos de las grandes firmas de moda.